jueves, 5 de noviembre de 2009

y finalmente llovió!


Esta madrugada me preguntó si alguna vez había besado la lluvia, si sabía hacerlo y por un momento me sentí débil. Quizás fuese porque ni siquiera había pensado en ello, ¿besar la lluvia? Lo creí imposible. Pero ese aquel que me lo preguntó me dijo que nada era imposible… era tan fácil como imaginar y desear…tan fácil como sonreír. Perplejo en su mirada le contesté casi en susurros que para mi nunca había sido fácil sonreír y quizás por eso no hubiera besado nunca a la lluvia.
No sé a ciencia cierta porque cuento justo esto y justo ahora, será que no me siento… bien, será que siento que esa lluvia me moja, me cala los huesos , arrecia y tengo frío , mucho frío. En mitad de la avenida mojándome sin poderla besar.

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